Jerez Caballos

Los caballos de la baja Andalucía han sido admirados desde la Antigüedad. La existencia de excelentes pastos en las marismas y el buen clima colaboraron en la crianza de estos caballos que tanta admiración han despertado siempre.

Desde la incorporación de Jerez a la corona castellana en 1.264, los caballos "tan ágiles y veloces que sus yeguas parecía que concebían del viento", han sido parte importante en la vida de los jerezanos y un orgullo para ellos mantener el monopolio de su raza.

Había una constante preocupación por su selección y crianza con el fin de que fueran eficaces en la guerra y en la diversión. No hay que olvidar que Jerez estaba, como su nombre indica, en la frontera del reino de Granada , y que los deportes y fiestas en los que el caballo era centro, no eran más que ensayos para que los caballeros estuvieran preparados para las continuas refriegas fronterizas.

Los cartujos se encargaron de crear una de las castas de caballos más hermosa, que aún perdura. Nunca una ganadería alcanzó tanto prestigio: reyes, príncipes, y grandes señores venían a Jerez a buscar caballos cartujanos sabedores de su categoría. Los descendientes del caballo cartujano heredaron "el papillo y verruga" que, aunque defecto en principio, paso a ser la señal buscada por todos (Muy bueno).


La Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre se fundó en Jerez en 1.973 por iniciativa de Álvaro Domecq Romero. La conservación y promoción de la doma clásica y vaquera, preservar el prestigio de la equitación jerezana y la raza de sus caballos junto a la formación de jinetes, son los objetivos fundamentales de la Escuela.Tiene su sede en el Recreo de las Cadenas, elegante y hermoso palacio rodeado de jardines que Garnier construyo en la segunda mitad del siglo XIX.

En la provincia de Cádiz hay en la actualidad innumerables criadores de caballos, como muestra enumeramos algunos: Erquicia Guardiola, Yeguada Tomas Osborne, Bohorquez Escribano, Domecq Romero, Duran Gallardo .

Los caballos cartujanos, tras la desamortización, fueron vendidos, en 1.838 a numerosos ganaderos de Jerez, pero siguen manteniendo, según los más avezados especialistas, sus características y constituyendo la raza más pura española.

Actualmente existen en el término municipal de Jerez más de cuarenta ganaderías de caballos, entre las que predomina un tipo de caballo creado por el cruce del árabe y español, vigoroso, bello y resistente, con grandes aptitudes para la doma de silla, los enganches y el rejoneo.

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