En el extremo suroriental de España, donde el Mediterráneo cambia de rumbo para girar hacia el Levante, se enclava la comarca de Almería-Cabo de Gata-Níjar. Tierra abierta al mar, cuyas costas, visitadas por numerosas culturas y asediadas por los piratas que surcaban el Mare Nostrum, se asoman a África desde sus torres vigías y castillos centenarios.
Un rincón del sur de Europa donde el sol brilla con fuerza, bañando con su luz los campos del interior, las playas y calas del litoral y la ciudad de Almería,presidida por la imponente silueta de su Alcazaba musulmana.
Encrucijada de culturas desde la más remota Antigüedad, Almería-Cabo de Gata-Níjar sigue siendo hoy un verdadero nudo de comunicaciones entre Oriente y Occidente.
Visitar Almería está al alcance de la mano desde cualquier rincón de Europa. El aeropuerto, situado a tan sólo unos minutos de la capital por autovía, pone en comunicación Almería con las principales capitales españolas y del Viejo Continente.
Como ciudad de clara vocación marítima, Almería recibe en su puerto embarcaciones y cruceros procedentes de los más diversos países, cubriendo además líneas regulares a los puertos de Melilla , Nador (Marruecos) y Ghazaouet (Argelia), en la costa norteafricana.
Por carretera, se accede con comodidad a la comarca a través de la autovía del Mediterráneo, la A-92 une Granada-Almería, por Guadix, y desde la costa malagueña por la ctra. N-340 con bastantes tramos de la autovía del Mediterráneo ya en servicio. Una completa red de carreteras recorre la zona, enlazando la capital con las poblaciones del norte y Níjar, además de las carreteras y vías secundarias del interior del Parque Natural. Hay que tener en cuenta que muchas de las playas de Cabo de Gata-Níjar, para preservar este importante espacio natural, no cuentan con acceso para vehículos, siendo visitables tan sólo a pie o en bicicleta.