Mallorca

Situación

El archipiélago de las Islas Baleares se encuentra situado al sur-oeste de Europa, en la parte central de la cuenca mediterránea occidental. La ciudad de Palma, capital de las Baleares, está situada en la isla de Mallorca, la mayor de las Baleares, de localización geográfica 3º de longitud este y 39º de latitud norte.

Territorio

El término municipal de Palma de Mallorca tiene una superficie de 21.355,844 hectáreas y limita con los términos de Calvià, Puigpunyent, Esporles, Valldemossa, Bunyola, Marratxí, Santa Eugènia, Algaida, Llucmajor y el mar. Corresponde al término municipal de Palma el subarchipiélago de Cabrera, formado por las islas de Cabrera, Conejera, Estells, Imperial, Rodona, Foradada, Plana, Pobra y otros islotes menores.

Población

La población censada a 1 de enero de 2004 era de 379.898 personas.


Historia

Se cree que el actual asentamiento de la ciudad de Palma estaba ocupado embrionariamente por un poblado talayótico con fuertes vinculaciones con el mar. Posteriormente fue invadida por los romanos y más tarde por los árabes, que la llamaron Madina Mayurqa, de los cuales se conservan vestigios monumentales como el palacio de la Almudaina y los baños árabes.

En 1229 fue conquistada por el rey Jaime I, que la dotó de una municipalidad que abarcaba toda la isla (por ello se llamó la Ciutat de Mallorca) . La especial distribución de la ciudad, atravesada por una riera, dio lugar a la "Vila de Dalt" y la "Vila d'Avall" como núcleos de población urbana situados a cada una de las orillas de la riera.

Su privilegiada situación geográfica le permitió un intenso comercio con los pueblos del Magreb, las señorías italianas y los dominios del Gran Turco, que propiciaron una edad de oro para la ciudad. En la Lonja se realizaba un activo mercado de contratación vigilado por el Consolat de Mar, que velaba por el respeto a la legalidad vigente en todas las transacciones comerciales.

A principios del siglo XVI, la peste, las rebeliones foráneas y los frecuentes ataques de los piratas turcos y berberiscos provocan una reducción de las actividades comerciales y la ciudad entra en una época de decadencia que se alarga hasta finales del siglo XVII. En el siglo XVIII el Decreto de Nueva Planta de Felipe V modifica el régimen de gobierno de toda la isla transformando Palma de Mallorca en capital de la nueva provincia de Baleares y es en este siglo cuando Carlos III con la liberalización del comercio con las Indias condujeron Mallorca a un crecimiento de la actividad comercial y portuaria de nuestra ciudad.

La ocupación francesa de Argelia en el siglo XIX acabó con el peligro de los ataques magrebíes en Mallorca, que favoreció la expansión de las líneas marítimas y navieras y, por tanto, el crecimiento económico de la ciudad, que se vio demográficamente ampliada con el nacimiento de nuevos núcleos de población.

A inicios de la segunda mitad del siglo XX la aparición del fenómeno turístico cambia la fisonomía de la ciudad y toda la isla y la transforma en centro de atracción de visitantes y de intercambio sociológico de culturas.

A partir de este momento el crecimiento del turismo en las Baleares es absolutamente espectacular: de los 500.000 visitantes que recibe la isla el año 1960 pasa a más de 6.739.700 en el año 1997, con un movimiento de viajeros en el aeropuerto de Palma en 2001 de 19.207.045 personas y de 1.410.709 por vías marítimas. Esto hace que las Islas Baleares pasen a ocupar el lugar puntero de todo el Estado respecto del producto interior bruto por habitante, y sea en 1996 la única comunidad del Estado Español que supera la media de la Unión Europea.

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